EL MATRIMONIO
El matrimonio ha sido desestimado hasta el punto que hoy en día escucho
que pocos quieran casarse o porque los que estaban casados se han separado. Voy a hablarles sobre el matrimonio porque a través
de estos años de casado y en las sesiones de coaching con parejas son muchos
los inconvenientes que surgen cuando el matrimonio no funciona bien. No existe
una fórmula para que el matrimonio funcione, pero si existen algunas cosas que
podemos hacer para que este sea una bendición y no se convierta en una
maldición para quien lo vive. Primero debemos concebir el matrimonio como lo
que es, un espacio para la unidad en donde se suma y multiplica, en donde la
división no existe, si lo entendemos de esta forma lo comprenderemos un poco
más. Para que surja el verdadero amor en el matrimonio también debemos
comprender que el amor no es solo un sentimiento, claro cuando nos enamoramos
de nuestra pareja surgieron toda clase de sentimientos hermosos, pero la
realidad es que ellos no duran para siempre, así que debemos forjar nuestro
hogar sobre otro fundamento que no sea la emoción, así evitaremos frases como:
“es que ya no la amaba (o lo amaba)”, “Se acabó el amor”, “ya no hay fuego o
chispa”, “ya no nos entendemos”. Estas son frases que provienen de la emoción,
pero que no van a dar fundamento, porque la emoción es cambiante y no perdura,
entonces cuando surja el conflicto, la incomodidad, la frustración, la emoción
es un terreno frágil para sostener tu casa. Mejor es que sostengas el amor en
una firme decisión, las decisiones marcan nuestras vidas, ellas moldean lo que
somos y lo que hacemos, por eso cuando decidimos casarnos y hacerlo para toda
la vida, debemos ser conscientes que debemos trabajar por ello con todo nuestro
esfuerzo, pues no fue algo casual, ni por la emoción del momento, sino que
involucramos nuestro pensamiento para que aunque la emoción del enamoramiento
acabe, el amor perdurara en la medida en que nos esforcemos por hacer de este
sentimiento un cumulo de cosas buenas aunque a veces tengas sus cosas que no
nos gustan tanto. El matrimonio no se puede definir, porque solo se puede
vivir, pero fue concebido para unir a dos personas diferente, con gustos
diferentes, con deseos diferentes, para que amándose se soportaran en los
buenos y en los malos tiempos, para que aprendan a dejar de pensar de forma
egoísta, y surja en nosotros el verdadero amor, ese que es capaz de dar sin
esperar nada a cambio.
Camilo Sastoque
LifeCoach