El verdadero amor trasciende al pensamiento y la emoción. El verdadero
amor no depende de la emoción, ni de los prejuicios del pensamiento, este surge
cuando la mente ya no estorba, entonces es cuando el ser humano verdaderamente
puede amar, el resto es solo el engaño de la mente y la emoción que hace que
pierdas la cabeza y sufras. El amor real no depende de lo que se siente, sino
que proviene del interior, quien se ama a si mismo puede amar a los demás,
quien no se ama a si mismo le es imposible amar a su prójimo. Quien ha
encontrado la fuente del amor en su interior de el corren ríos de agua viva que
fluyen hacia el exterior en paciencia, perseverancia, dejando vicio egoísta y
consumiéndose al entregarlo todo por aquellos a los que se ama, si se ama de
verdad no hay a quien odiar, no hay a quien codiciar, no hay por qué irritarse,
no hay porque competir, cuando se ama de verdad el hombre se consume en su amor
y muere a sí mismo para darse a los demás, sean estos su pareja, sus hijos, su
competencia o su enemigo.
Donde encontraremos este amor?, volvámonos al interior, vayamos hacia
adentro en donde el camino de vuelta ha sido trazado en nuestro corazón para
que podamos ver todo como realmente es. No permitas que tu mente en donde
habitan el egoísmo, la vanidad, el orgullo, la mentira y el odio, te impidan
volverte al amor, a su fuente en donde podrás beber de su paz, de su amor, de
su esencia y consumirte en su bondad y pasión.
Camilo Sastoque
LifeCoach
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